Oscar Niemeyer nació en Río de Janeiro, Brasil el 15 de diciembre de 1907. Es un arquitecto brasileño también conocido como El que se alimenta del Sol. Sigue las idea de Le Corbusier, con lo cual es fiel seguidor del Movimiento Modernista de la arquitectura. Fue el pionero en la exploración de las posibilidades constructivas y plásticas del hormigón armado.
Mientras estudiaba en la Escuela de Bellas Artes hizo su primer trabajo el cual lo realizó en el taller de tipografía de su padre y más tarde en esta misma escuela se graduó como ingeniero arquitecto.
INICIOS DE SU CARRERA
En 1940 le invitaron a construir una iglesia y un casino. La novedad que introdujo Niemeyer con respecto a las líneas de esa pequeña iglesia le dio fama en todo el país y también mostró la importancia que le da al arte y a la pintura en la arquitectura.
En 1952, junto a Le Corbusier participó en la elaboración del proyecto del edificio principal de Las Naciones Unidas en Nueva York.
Más tarde empezó a trabajar con Lúcio Costa en el proyecto de la cuidad de Brasilia, en el cual Niemeyer queda a cargo de los proyectos de los edificios y Costa del plan de la cuidad y toda la parte urbanística. En pocos meses Niemeyer diseña decenas de edificios entre los que destacan el Congreso Nacional, la Catedral de Brasilia y el Palacio de Planalto entre otros.
En 1963 fue nombrado miembro honorario del Instituto Americano de Arquitectos de los Estados Unidos y ese mismo año ganó el Premio Lenin de la Paz.
Debido a la Dictadura Militar que hubo en Brasil, Niemeyer se vio obligado a exiliar a Europa ya que era el único lugar para un arquitecto comunista, que era como él se definía. Allí consigue nuevos clientes que le proporcionan diversos proyectos y comienza una nueva etapa en su vida y su obra.
Despúes de la Dictadura vuelve a Brasil. En este periodo, que él define como el último de su vida hizo los sambódromos de Río de Janeiro. Para muchos su mejor obra fue el Museo de Arte Contemporáneo de Niterói que realizó entre 1991 y 1996.
En 1989 se le concedió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes.
Yo personalmente tengo la gran suerte de tener una de sus obras en mi cuidad, Avilés. Aquí se encuentra el Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer, su única obra en España. Es un complejo cultural que integra distintas manifestaciones artísticas y culturales como exposiciones, música, danza, teatro, cine o gastronomía. Está ubicado a la derecha de la ría de Avilés. Este centro a dado un impulso muy grande tanto económico como turístico a Avilés, ya que desde que se abrió siempre hay gente de muchos países a las cuales se las ve impresionadas cuando están en frente de este centro. Avilés siempre fue conocido por las fábricas, contaminación y otros aspectos negativos, y el Centro Oscar Niemeyer le ha dado lo que necesitaba. Esa superficie tan blanca te da la sensación de tranquilidad, relajación y limpieza. Este centro es la primera y principal pieza de la Isla de la Innovación, un proyecto más amplio para la regeneración urbana de Avilés, el cual pretende una profunda recuperación urbanística y ambiental para paliar la degradación que sufrió la cuidad durante la industrialización de los años 50, como ya he dicho antes. Fue inaugurado el 26 de marzo de 2011. La inauguración contó con la presencia de Woody Allen, el cual hizo un concierto magnífico de jazz junto con su banda y dio una noche fantástica a todo el que fue a verlo. El complejo cultural consta de cinco partes: la plaza, el auditorio, la cúpula, la torre y el edificio polivalente.
Su eslogan ya lo dice: “ una plaza abierta a todo el mundo, un lugar para la educación, la cultura y la paz”.
